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¿Has admitido alguna vez que tienes problemas en el trabajo? Es algo difícil de admitir para la mayoría de la gente. Pero hay mucho poder en la vulnerabilidad. Te explicamos por qué.

Brené sabe más

En tiempos pasados, decir a tus colegas o a tu jefe que estás pasando por algunas dificultades no se percibía como algo normal, más bien como algo débil. Por eso la idea de mostrar vulnerabilidad asusta a la mayoría de la gente.

Pero la conversación sobre la vulnerabilidad en nuestra sociedad está empezando a cambiar. Con protagonistas como la Dra. Brené Brown, la gente está empezando a ver que tu vulnerabilidad también puede ser tu poder.

En palabras del Dr. Brown, "La vulnerabilidad es la cuna de la innovación, la creatividad y el cambio".

Deja caer la armadura

Aunque esta "armadura laboral" puede evitar que te sientas expuesto y vulnerable, carece de valor y autenticidad, y definitivamente no está haciendo nada bueno para tu vida personal, tu negocio o tu vida laboral.

Según la Dra. Brown, al ocultar o "adormecer" nuestra vulnerabilidad y no mostrar nuestra verdadera cara, nos impedimos establecer conexiones reales. Y, por supuesto, esto también se aplica a los negocios. A las marcas les va mejor cuando establecen conexiones reales con sus clientes, probablemente quieren construir una relación. Pues hagan el trabajo. Requiere ser vulnerable y auténtico.

He aquí cómo empezar a trabajar en ello:

Consejo 1: Practica con alguien de confianza

Busca a alguien de confianza en el trabajo y practica la sinceridad: "¿Recuerdas cuando me irritaba cuando bromeabas sobre mi impuntualidad? Realmente sentí que no era lo suficientemente buena para trabajar en nuestra empresa. Me enfadé porque me asusté".

¿Te resulta difícil? Cuanto más practiques, más fácil te resultará.

Consejo 2: Desarrollar la concienciación

Observa tus pensamientos, sentimientos y emociones en torno a la vulnerabilidad sin juzgar ni sentir que tienes que cambiar nada.

Los pensamientos y los sentimientos son como coches que pasan. Siéntate y observa. ¿Qué tipos puedes reconocer? ¿Qué te ocurre físicamente cuando los observas? ¿Aumentan o disminuyen los latidos de tu corazón? Toma notas mentales.

Consejo 3: Sea auténtico

Cuando te muestras como tu auténtico yo, das permiso a los demás para hacer lo mismo.

Muchos de ellos tienen muchas ganas de abrirse y sentir esa conexión, pero simplemente no saben cómo empezar. Tú puedes abrirles la puerta. Puede que incluso te lo agradezcan.

Tome la iniciativa y envíe a su colega un correo electrónico o un mensaje de texto ahora. No se arrepentirá.

Arjan van Rooijen